lunes, 28 de noviembre de 2016

Mi hijo, el extremista: el desgarrador testimonio de una madre que perdió a su hijo tras ser reclutado por Estado Islámico

Si el 1 de junio de 2015 hubiera sido un día normal para Rasheed Salah Benyahia, habría salido de la casa familiar antes que nadie para tomar el autobús.
Así lo hacía a diario, como el aprendiz de ingeniero que era.

Pero no era un día común para este joven de 19 años y no iba como de costumbre camino a Birmingham, la ciudad del centro de Inglaterra en la que trabajaba.

Ese día Benyahia cruzaba uno de los territorios más militarizados del mundo: la zona de amortiguamiento entre Siria y Turquía.

Atrás quedaba, borrándose ya de su memoria, una vida familiar normal y feliz. Un mundo de relativa paz.
En Siria le esperaba el mundo de la guerra; un mundo del que, como combatiente extranjero del autodenominado Estado Islámico, no regresaría jamás.





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